sábado, 19 de noviembre de 2011

Contra nada ni nadie.

¿Saben? Yo también, aunque no lo parezca sé escribir una frase bonita, plagiándola de cualquier escritor, diciéndo que es mía, engañándome a mi mismo y haciendo creer a los demás que la entiendo. Pero no, paso. No busco una frase que resuma mis diecisiete años de vida. Que no. No es mi “rollo” o mi estilo. Sé que es lo que se lleva ahora, pero reitero que me da igual. Estoy harto de seguir la moda, de ser igual que todos. ¿Y qué si hablan?  Mejor para mi, sería el sinónimo perfecto para saber que estoy haciendo las cosas bien. Pero eso sí, mejor ser anónimo por no haber hecho nada, no haber marcado tendencias, no haber creado moda, que ser la persona más mencionada por los labios te todas aquellas personas “cool” que últimamente están llegando a un punto que ni se lo pueden imaginar.

Estoy harto de tener que disimular para que todo el mundo me vea como un colega. Perdón por la grosería, pero en este momento es lo que me sale: me la suda. El que tiene que serlo lo es y el que no, no lo será. ¿Qué es eso de saludar hoy y no conocerte mañana? ¿Qué es eso de te quiero mucho hoy y en cuanto te des la vuelta puñalada? ¿Somos gilipollas o qué nos pasa? No quiero decir tacos, pero reitero que me salen solos. Pero he llegado a una conclusión: critica el que tiene intención de hacer daño a alguien, pero no se quiere quitar la venda de los ojos para darse cuenta, de que está siendo él mismo el que se daña. Poco a poco se verá solo, verá que no es el amo del mundo, se fijará en que el círculo con el que “repartía los recados” le irá dejando sólo. Pero este tema no me incumbe a mi, sino a él (que podría ser ella, ellos o ellas, pero lo dejo en él, más simple).

Otra cosa que me toca “la moral” (moderadamente, sin hacer alusión a una parte del cuerpo masculino), son los amores de los chiquillos. Aunque aquí si que sí. Aquí van los amores de chiquillas. Cierto es que las chicas maduráis antes, pero en cuanto a amor, los hombres empezamos a ser más pasotas antes también. Vosotras no, vosotras vais dejando recaditos en las redes sociales, para ver si él lo ve. Y luego cuando está con otra persona lo calificáis como el “cabrón, inútil, hijo de su madre, que ojalá le pillara una desgracia” ¿me equivoco?
Podría escribir una tesis doctoral de esto, pero soy de la generación ni-ni, ya me entendéis ne-nes o ne-nas.

Por tanto, os lo podría resumir en que me da lo mismo que piensen de mi, que digan o dejen de decir, que hagan o dejen de hacer, quien quiera o deje de querer, eso sí, sólo busco que usemos un poco el cerebro, que está para algo y por favor, lo ruego, no digaís tacos. Perdónenme. 

jueves, 22 de septiembre de 2011

I love write.

-¿Por qué?
-No lo sé.
-¿Quizá flechazo?
-Tal vez. No sé nada con certeza, que precisamente es lo que busco. La certeza. ¿Estoy enamorado? Vuelvo a lo mismo, la misma contestación, las mismas dudas, la misma la espiral… ¿Entonces por qué me pasa eso cuando la veo?
-¿Qué te pasa?
-No sé algo raro, como si tuviese un nudo en el estómago, como si mi mundo se cerrase para ella, como si todo en mi vida fuese ella, ella y ella, como si… como si la quisiese.
-¿Pero la quieres?
-Oh, venga, otra vez no, se lo acabo de explicar. No lo sé, ¡I don’t know!, ¿Cómo se lo digo? En morse tal vez. Es que ella… cada vez que pienso en ella, no sé, es como si… como si se parase el mundo. De verdad, como ahora mismo, le hablo de ella y parece como si usted, aquí no estuviese, y sin embargo, aparece reflejada en mi, la idea de que ella es mi…
-Que no le de vergüenza decirlo…
-…mi psicólogo.
- ¡¿Por qué le cuesta decir psicólogo?!
- Dígame la verdad. Usted, con tantos años de carrera, de experiencia, de… ¡de vida!, ¿usted ha visto algo semejante a mi? Sin tapujos, hable, ¡conteste!
- Pues no, la verdad es que no, y si a parte de psicólogo, no fuese filósofo, le diría que usted está enamorado de ella.
- ¿Y si el problema no está en la psicología, ni en la filosofía?
- No le entiendo.
- Sí, verá, y si el problema está en que somos hombres, en que no conocemos el amor, ya que tantas mujeres nos achacan el no saber qué es el amor en realidad. ¿Y si van a tener razón doctor? ¿Y si ese es mi problema?
- Si eso fuese cierto, yo ahora mismo sería una mujer, no estaría casado, ni podría ver a mi mujer como la vi el primer día.
- ¿Y como supo que estaba enamorado?, es más, ¿Cómo lo sabe? Porque dice que lo sigue estando.
- Pues no lo sé, no tengo ni idea, es algo…mágico, diría yo.
-¡Venga. Doctor! No me trate como a un niño. Si quisiese aprender magia, me hubiese apuntado al circo.
- ¿Entonces a que has venido?
- A saber si estoy enamorado.
- Usted bien lo sabe.
-¡¿Pero cómo lo voy a saber?!, ¡sino no hubiese venido!
- ¿Sabes qué? La primera vez que vi a mi esposa, sentí lo mismo que usted. Sentí también como si todo alrededor mío desapareciese, como si… como si justo en el centro de la Gran Vía madrileña, estuviésemos ella y yo, solos, algo que se antoja imposible por la cantidad de ruido que existe en aquella zona. ¿Sabe lo que le pasa ya? Que tiene miedo. Miedo al futuro, miedo a cómo le irán las cosas, miedo a… miedo a ella, porque la desconoce, y como dice el sanedrín, conocerse es malo. Yo me enamoré de ella por los dos motivos que le he descrito anteriormente, uno, por sentir lo que sentí y dos, por miedo, más que a desconocerla, a perderla, y creo que usted tiene un gran problema, visto que actúa con cierto retardo.
- Pero,…
- No hay peros que valgan, salga de aquí ahora mismo, a comerse el mundo, a comérsela a ella. El tiempo es oro, y el oro como tal lujo se acaba.

sábado, 7 de mayo de 2011

¿UNA PERSONA EJEMPLAR? SEVERIANO BALLESTEROS.


NO HAY PALABRAS. HOY DECIMOS ADIÓS A UN GRANDE, A UNA LEYENDA, CALIFICATIVO QUE MUCHOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN LE HAN INCULCADO HOY, DÍA 7 DE MAYO, DÍA EN EL QUE TODA ESPAÑA RECORDARÁ A SEVERIANO BALLESTEROS COMO UNO DE LOS MÁS GRANDES DE NUESTRO DEPORTE, FALLECIDO A LOS 54 AÑOS. ADIÓS Y GRACIAS SEVE.

sábado, 30 de abril de 2011

El último baile de Rukelie.


  Se retiró la capucha del batín y buscó su rostro entre el moho del espejo del vestuario. Le costó reconocerse, tan pálido, tan diferente, tan… como todos. La puerta había quedado entreabierta cuando su entrenador salió al pasillo para dejarle solo y podía escuchar el murmullo de impaciencia que iba creciendo alrededor del ring. Entrechocó sus guantes, haciendo elevarse una pequeña nube de polvo blanco. Algunos de sus incondicionales empezaron a corear su nombre. Eran muchos los que le seguían desde que un par de años atrás empezó a derrotar a un rival tras otro con aquel novedoso estilo, más propio de un bailarín que de un boxeador. Esa tarde, el 21 de Julio de 1933, esperaban una nueva victoria de su ídolo.
  Johann Trollman, sin embargo, sabía que no podía ganar esa pelea. Pero no estaba dispuesto a que le derrotaran.
Su carrera había quedado condenada a muerte sólo unos meses antes, concretamente el 5 de marzo de 1933. Ese día las paradojas de la historia hicieron que unas elecciones democráticas consolidaran en el poder al peor tirano que haya visto Europa en los últimos siglos, un Adolf Hitler que no tardó en empezar a aplicar por decreto su ideario nacionalsocialista. Y ese ideario no reservaba nada bueno para Trollman, que hasta entonces había sido un alemán más, pero que a partir de ese momento pasó a ser una lacra social simplemente por haber nacido sinti, la palabra utilizada en Centroeuropa para designar a los gitanos. No había peor ejemplo para la nueva sociedad aria con la que soñaban Hitler y sus acólitos que un joven de piel morena, pelo rizado y labios generosos apodado Rukelie (pimpollo en lengua romaní), que iba noqueando uno a uno a todos los rubios rivales que se le ponían por delante. Y además con un estilo alejado de los cánones, de golpes cortos y de mucho baile de piernas, considerado “ofensivo” e incluso “afeminado” en las páginas del “Völkischen Beobachter”, el periódico oficial del partido nazi. No lo veían así sus seguidores, cada vez más numerosos y rendidos ante un jóven de gran simpatía, todo un showman que se permitía el lujo de hablar durante los combates con los espectadores de las primeras filas. Su exotismo y su sonrisa también le valieron para atraer a una legión de mujeres a sus peleas, en las que también podía verse a un buen número de famosos.
  Era necesario acabar de cuajo con el “fenómeno Trollman” y la mejor manera de hacerlo era darle un buen escarmiento, humillarle sobre el ring para lograr sacarle de circulación. Con ese objetivo, la Asociación Alemana de Boxeo, ya por entonces poblada de nazis, le organizó un combate por el título nacional semipesado contra Adolf Witt, un gigantón que reinaba en el peso pesado. Trollman cuya categoría natural era el peso medio, partía en franca desventaja física ante un enemigo que, gracias al favor del régimen, pudo engañar a la báscula.
  El combate tuvo lugar el 9 de junio en Berlín y nada salió como habían previsto los organizadores. El gitano, mucho más móvil, dominaba claramente al ario, con sus rápidos desplazamientos y sus constantes aguijonazos. Tras seis asaltos, Witt daba claras muestras de flaqueza ante un rival mucho más fresco y entero. Los jueces, tras recibir la visita del presidente del presidente de la autoridad boxística, miembro del partido, declararon el combate nulo. Pero el público, no estaba dispuesto a aceptar un tongo de tal magnitud. Una multitud de aficionados enfurecidos se abalanzó sobre los jueces, que para evitar su linchamiento tuvieron que reconsiderar su decisión y dieron finalmente vencedor a Trollman por puntos.
  Rukelie lloró de alegría sobre el ring al saberse ganador y fueron precisamente esas lágrimas el argumento exhibido para retirarle el título sólo seis días después. “Comportamiento inapropiado” y “mal boxeo”, rezaba la carta oficial que le enviaron. Al aparato nazi no le bastó con eso, seguía decidido a acabar con la popularidad del púgil sinti y le ordenó participar semanas después en una nueva pelea. El rival sería esta vez Gustav Eder, el prototipo del boxeador-guerrero ario, un tanque de golpes demoledores que era uno de los mayores ídolos deportivos entre los camisas pardas. Y esta vez Trollman no iba a tener la menor oportunidad: además de otras muchas presiones, se le prohibió utilizar su famoso baile de piernas y moverse del centro del ring. Tenía que ganar el ario y perder el gitano. Así de simple.  
  -Es la hora- oyó que le gritaban desde el pasillo.
  Trollman se volvió a colocar la capucha sobre la cabeza, dio un par de golpes al aire y salió al oscuro túnel que conducía a la sala. Mientras se dirigía hacia la luz pensó en su amigo Erich Seeling, uno de los grandes del boxeo alemán y su preparador de los últimos años. Por ser judío no sólo le habían desposeído del título semipesado, provocando la vacante que propició su combate de mes y medio atrás contra Witt, sino que además le habían obligado a abandonar el país. Pensó también en su familia, que en Hannover empezaba a sufrir el acoso velado del nuevo régimen. Y recordó aquella frase que había escuchado a Hitler en la radio hacia pocos días. “Un judío independiente de su edad, está claro que es un ser vivo; ahora bien, no puede afirmarse que sea un ser humano, no hay base científico para ello”. No debía pensar muy diferente acerca de los gitanos.
  Cuando abandonó la oscuridad y fue bañado por la luz de la sala, la multitud que abarrotaba las filas de sillas dispuestas alrededor del ring estalló en una algarabía de gritos y cánticos. Trollman, con la cabeza gacha y la mirada fija en el suelo, podía notar las palmadas en la espalda mientras progresaba hacia el cuadrilátero precedido por sus ayudantes. El rugido se redobló cuando el púgil gitano subió al ring y, sin dejar de mirar hacia abajo, empezó a lanzar golpes a un enemigo imaginario mientras sus pies ejecutaban la danza que le había hecho famoso. El árbitro les convocó a él y a Eder al centro de la lona, les dio un par de indicaciones y les mandó hacia sus esquinas para que se quitaran los batines y diera inicio el combate.
  Cuando Trollman se despojó de su largo botín de raso amarillo, la algarabía cesó de inmediato. Los 3000 espectadores asistían atónitos a una escena demencial. El Trollman que se plantó en el centro del ring llevaba el pelo teñido de rubio y el cuerpo completamente cubierto de harina. El silencio se apoderó de la sala y el tiempo detenido durante unos larguísimos segundos. Ni un rizo negro, ni un centímetro de piel morena. Ahí tenían al ario que estaban esperando.
  Eder miró al arbitró, el árbitro a los jueces y los jueces miraron a Georg Radamm, presidente de la federación de boxeo y alto cargo del partido nazi en Berlín. Un gesto de asentimiento de éste precedió al sonido del gong que marcó el inicio del primer asalto. Eder dio un par de pasos hacia Trollman, que esperaba en el centro de la lona con las piernas ligeramente separadas y la guardia no muy alta. El guerrero ario se sorprendió por la facilidad con que su primer golpe alcanzó el rostro del gitano, del que salió despedida una pequeña nube de harina. Y todavía más de que a continuación le entrara el segundo. Y el tercero. Y así todos y cada uno de los que lanzaría en los cinco asaltos que duró la pelea, cinco asaltos que Trollman se pasó sin intentar un solo puñetazo y aguantando el equilibrio como pudo. Le ganarían, sí, pero no lograría derrotarle. Eso decía la mirada orgullosa del boxeador gitano antes de doblar las rodillas y caer de bruces sobre la lona con el cuerpo cubierto de harina y bañado en sangre.


Nota del autor; Johann Trollman murió el 9 de febrero de 1943 en el campo de concentración de Nueungamme, cerca de Hamburgo, donde había sido confinado. El motivo de su muerte fueron los bastonazos que le propinó un guardián al que había derrotado ese mismo día en un combate de boxeo, en el que fue obligado a participar. El año 2003 la federación alemana entregó a sus familiares el cinturón que le acredita como campeón semipesado en 1933, corrigiendo la injusticia que se había cometido 70 años antes. En el Viktoria Park del barrio berlinés de Kreuzberg puede encontrarse un monumento en su honor, un ring de cemento inclinado hacia una de sus esquinas que simbolia “el abismo al que hicieron caer a Trollman”, según su autor Alekos Hofstetter.  


José Ignacio Huguet (Mundo Deportivo)

viernes, 29 de abril de 2011

José Mourinho, Florentino Pérez... e Inda

Ajenos a la polémica sobre si es tarjeta roja o no a Pepe, los aficionados que de verdad aman al Real Madrid, creo que ahora mismo, deben estar avergonzados, no de su equipo, que en parte sí, sino de su entrenador, de su gran entrenador. Quizás llegue tarde a hacer esta crítica porque lo habrán escuchado ya absolutamente todo sobre los comentarios de Mou, sobre el juego ayer del Real Madrid, sobre… yo que sé, sobre todo supongo. Estaréis colmados ya de tan amplios resúmenes en la televisión del gran clásico de rugby de ayer. Ay, perdón, de fútbol. Aunque bueno, más vale decir de rugby que de balompié, porque el partido que planteó ayer el señor José Mourinho es de aupa. Un club como el Real Madrid no debe, o mejor no puede jugar así. Porque ayer no parecía el Real Madrid, parecía un club entrenado por el mismísimo Javier Clemente, pelotazo y “p’arriba”. El club blanco salió a amarrar el 0-0, como si en tu casa fuese bueno un empate “gafas”. Vale, puedes aguantar, jugártelo todo a la vuelta, que si… PERO NO PUEDES CONVERTIR AQUELLO EN UNA BATALLA CAMPAL, por el amor de Dios, que parecían toros no personas. Y todo se debe al jefe, al portugués. Es imposible que un tío tan noble como Álvaro Arbeloa, se haya convertido ahora en tres partidos en el mismísimo Jack “el destripador”. Y da la casualidad que al final, en las entrevistas personales, todos, dijesen lo mismo que Mourinho.

Y ojo, a Schuster lo echaron por decir “En el Camp nou, hoy, es imposible ganar”. A Pellegrini, por no ganar la Champions y a Mou… él es intocable. Es Dios. Ya sé que al alemán no lo destituyó Florentino Pérez, pero, a Pellegrini si, y lo echó por la presión, más que del Bernabéu, de un diario deportivo, dirigido por un madridista cerrado, que se piensa el presidente del club y que parece mandar más él, que Florentino. Creo que sabrán ya de quien se trata, y por si no lo saben, empieza por “I” y termina “nda”.

Volviendo al partido, lo que dijo José Mourinho sobre Josep Guardiola es realmente de personas crueles que lo único que buscan es hacer el daño ajeno. Decir que le daría vergüenza ganar la Copa de Europa ganada por el técnico del Barcelona, es de cómo ya he dicho personas malévolas. ¿Y qué pasa, las suyas no son “sucias”? Sólo le recuerdo el robo del Oporto al Depor, de tu primera copa, y el robo del Inter al Barça en la segunda, apúnteselo, que de Stamford Bridge bien que te acuerdas, pero de lo que no te interesa no. Por cierto, que en el golazo de Iniesta, el técnico del Chelsea era Guus Hiddink y no usted, que ya le habían dado largas en Londres, ¿lo recuerda?.


Así que, si el Real Madrid, sigue siendo un club señor, de los grandes, debería Florentino Pérez, echar a Mourinho y dejarse de tanto gasto en jugadores que no aportan y traer por menos precio a canteranos que se fueron, como Mata, Jurado, Negredo o Borja Valero entre otros…

miércoles, 30 de marzo de 2011

Un día en la radio.

Desde que era pequeñito llevo escuchando el Carrusel Deportivo todos los sábados y domingos. También martes, miércoles o jueves, si la champions, la selección, la copa o la liga lo permiten. Por aquel entonces escuchaba ya a Paco González y Pepe Domingo Castaño, artífices de mi amor o deseo por el periodismo, deportivo claro está. Son si no los mejores, de lo mejor del periodismo deportivo español, pero este es otro tema.

Aparte del gran Carrusel, en la Cadena líder en audiencia, sobre las tres y diez, tres y cuarto, comienza el programa deportivo regional, que aquí en nuestra Región, está dirigido no por un murciano, sino por un vasco, que probablemente ame al Real Murcia más que ningún pimentonero. Su nombre Javier Orive, otro genio de las ondas radiofónicas. Pero no solamente está Orive, junto a él están nombres, como el de Javier Jaén, Pedro Contreras o José Antonio Vera, que al igual que el primero de los Javier, son grandes periodistas.

Un día cualquiera, mi profesor de Lengua Castellana y Literatura, Miguel Galindo (autor teatral de obras como “El mirador de los neutrales” o “Las alas en su sitio”, los cuales recomiendo), me comentó que él también era periodista y realizó sus estudios junto a Pedro Contreras. En ese momento no caí en quién podía ser susodicho, pero nada más abrir el diario AS, ahí estaba él. Escribió una crónica de un partido en el que el Real Murcia ganó sin apuros, pero no mostró su mejor cara (es decir, un partido normal de los grana). Y justamente al llegar a casa, encendí el transistor y en un debate radiofónico, ahí estaba él. Ya sabía quién era Pedro Contreras.

Pero ahí no quedó la cosa. Un par de días después, Miguel me ofreció llamar a Pedro para que me mostrase como se trabaja en el AS o en la Cadena Ser. Claro está que acepté sin pensármelo dos veces. La cita se concertó el día veintisiete del primer mes del año.

Llegó el día. Era redondo, todo me sonreía, iba a ver la redacción de Radio Murcia. Nada podía mejorar la jornada. ¿Nada podía?, bueno sí, no tenía instituto, lo cual hacía del día uno de los más placenteros de mi vida.

A las seis y media de la tarde, me esperaba Miguel con su Ford Focus, en el lugar adecuado. No cabía en mi, estaba contentísimo. Pasamos a por una compañera, que también decidió unirse la visita. Llegamos sobre las siete, y allí nos esperaba Pedro Contreras, una gran persona (aparte de como ya he dicho, gran periodista). No podía creérmelo, me encontraba en la Cadena Ser de Murcia. Nos explicó un poco cómo funcionaba la radio antes de pasar a verla.

En la primera sala nos mostró una parte de la Cadena Ser, y nos señaló a dos hombres sumidos en su trabajo, sin levantar la mirada para ver quién pasaba. Nos los presentó, eran cómo no, los dos Javier: tanto Orive, como Jaén, que completaban la información del Real Murcia y del Cartagena. Se mostraron, ambos muy amables y acogedores con nosotros, Jaén nos enseñó un estudio, mientras Orive, Contreras y Miguel aguardaban a nuestra llegada manteniendo una charla.
Orive, nos mostró la realidad del periodismo, pero Javi, lo siento, lo adoro, y te prometo que haré periodismo, no sé si como primera carrera, o la haré como segunda, asegurándome antes un trabajo de la rama de la salud.

Tras hablar con ambos, Pedro Contreras, nos mostró los estudios de los 40 principales, la Cadena Dial, y la realización de la introducción del "Hoy por hoy" Murcia. No tengo palabras para describir la tarde.

Como obsequio al finalizar la visita, Contreras, nos regaló unas agendas de la Cadena Dial, la cual, Pedro, utilizo y mucho y por si no te lo dije: gracias.

Así finalizó nuestra visita, no sin antes tomarnos algo en el Fitzspatrick. Fue MARAVILLOSO.

Me gustaría dar las gracias, a Javier Orive y Javier Jaén por su calurosa acogida. Dar las gracias a Pedro Contreras, por aceptar nuestra presencia aquel día, y a Miguel Galindo, cómo no, por haberse molestado en localizar a Pedro y convencerlo para que nos hiciese de guía. Gracias, muchas gracias.


viernes, 18 de marzo de 2011

A MIS ABUELOS.

Tu piel es una fuente de lágrimas
y un campo de espadas
que preñan y cortan el seco pastel de la tierra.
Tus manos son el crisol donde se han forjado
amaneceres de escarcha
y soles en su cima de piedra.
Tu corazón late con fuerza,
y cada latido es un cincel
para seguir esculpiendo la tierra.
Mientras, te miran las flores silvestres
y te vigilan estrellas silenciosas
que se peinan en el espejo del agua
cuando riegas por la noche
apagando el fuengo de sus grietas.
Sobre tu cabeza un perfume de espinas
de mil colores aromáticas.
Son tus compañeros la mula, la hoz y el arado,
la semilla de hogaño, el agua del manantial
y el aceite para la lámpara de tus sueños.
Tú, hacedor de milagros.
Tú, mago que del erial haces labrantío de chistera
con unas gotas de lluvia, con esperanza,
con sudor, con amor y con tierra.
Vaya hasta ti mi fe y mi homenaje
y mi pan de cada día.
Tú, testigo de tantos luceros.
Tú, enamorado de mujer y de tantas lunas.
Tú, padre y abuelo vigilante
como vigila el lobo a su camada.
A ti que me diste el gen de la esperanza,
GRACIAS, MUCHAS GRACIAS.

Ramiro Popa

martes, 1 de febrero de 2011

Un país a la deriva.

El 9 de marzo de 2008, el PSOE, dirigido por José Luis Rodríguez Zapatero, es reelegido por los votantes españoles (con 11.289.335 de votos)  como partido para seguir al frente del gobierno.
Un año y medio después, la crisis sacude a España y se “escoge” como responsables al partido gobernante.

Lo primero, antes de empezar con los palitos, es que por si alguien no se había enterado, la crisis viene de los bancos estadounidenses.
Lo segundo, es que desde entonces, lo único que hemos sabido hacer es criticar, criticar y criticar aún más si cabe al PSOE y en su mayoría de veces a Zapatero.
¿Es que acaso él es el culpable de esto? ¿Es acaso una estrategia, para cuando se vayan a celebrar las próximas elecciones, nos saque a flote? (¡ojo!, sé que también podría hacer algo más).
Pues verán, creo que nos estamos dejando guiar mucho por la opinión del resto de partido que se encuentran en la oposición, destacando entre ellos al PP.
Sabrán ustedes que entre casos Gürtel y “Esperanzas” la estructura interior en los conservadores es un caos. Y sí, Mariano Rajoy, al que todo el mundo odiaba, tanto en el PSOE, como en la calle, como en el propio PP, ahora resulta que es un dios, y todo el mundo “le hace la pelota” (por no decir algo referente al ano), para ser su mano derecha una vez que se haga con el poder.
Y es que el PSOE tampoco se salva en su estructura interna, porque desde que ZP anunció que volverá a presentarse a las elecciones de 2012 (elección, a mi modo de ver, un tanto ilógica), no paran de lloverle las críticas dentro y fuera de su partido.

¿Pero hay algún político bueno? No es que sean malos, lo que pasa es que los votantes criticamos todos sus actos, ya sean buenos o malos. Y somos un país que NO COOPERA. Sólo hay que mirar un poco más para arriba, y observar como se trabaja en Alemania. Vale que el clima no es muy bueno, que el idioma es muy difícil, pero todos los trabajadores (me ahorro el dato del paro), que aquí nos sobran, allí hacen falta. ¿Y sabéis por qué? Porque Angela Merkel tras ganar las elecciones, colaboró con la oposición y aquí la oposición (PP), se encarga solamente de meter el dedo en la yaga (que en estos tiempos que corren, escuece) y de destruir, para cuando en 2012 llegar al poder, construir. Tan simple como esto. Sólo sabemos criticar lo de los demás, no conocemos el significado, de una palabra tan bonita como es ayudar.

En este momento, estamos con cara de tontos esperando a que José Luis salga y diga “la crisis, es historia”. Hasta entonces sin mover un dedo, viendo la televisión seguiremos siendo la mar de felices y de criticones.
Así que, el día que progresistas, conservadores, comunistas, anarquistas, republicanos y fascistas decidamos colaborar y reconstruir un país en estados de “shock” España será un país en potencia.

Como hasta ahora, muchas gracias por dedicarle el tiempo a este comentario. Gracias.

jueves, 27 de enero de 2011

La felicidad rutinaria.

"La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días."

Cada día que pasa, Nelson Mandela es un poquito más grande.
En una entrevista realizada por Richard Stengel al expresidente sudafricano, sobre anécdotas de su largo periplo carcelario, hago hincapié a un trocito en el que Mandela no hizo mucho caso al médico sobre su elevado colesterol. Éste era el siguiente:

“El primer día que estuve en [la clínica penitenciaria de] Constantiaberg [donde lo trataron de tuberculosis], me llevaron el desayuno. No sabían que me habían prescrito una dieta baja en colesterol y me trajeron huevos y un montón de beicon. El mayor que estaba a mi cargo dijo: ‘No, Mandela no puede comerlo, va contra las órdenes del médico’. Y yo repuse: ‘Hoy estoy dispuesto a morir; voy a comérmelo’ [risas]. Sí, hacía muchísimo tiempo que no comía huevos con beicon.”

Dense cuenta de lo que podemos llegar a hacer por las cosas que realmente nos entusiasman. Él fue capaz de poner su salud en peligro por unos meros huevos con beicon.

Esto me recuerda al poco significado que le damos, a por ejemplo, la comida del fin de semana con los abuelos o la familia, la partida de ajedrez del sábado después de comer, al partido de fútbol del domingo, a una salida con la mujer, los amigos o los niños o incluso a la simple satisfacción de vivir en plenitud de condiciones (que es lo más importante). Y es que la primera vez nos encanta, pero la rutina nos mata.
Mi ejemplo es el trabajo: La primera vez que vas a tu puesto, vas a comerte el mundo, al año deseas que el mundo te coma a ti. Y nos pasa a todos y a cada uno de nosotros. No podemos salir de casa con el convencimiento de que la jornada va a ser un día como otro cualquiera, no, hay que salir como el primer día, a pegarle bocados al mundo. Debemos de pensar que va a pasar algo que nos alegre el día, que si no me equivoco, en la mayoría de los casos pasa.
Claro que ustedes dirán, ¿y cuando pasa algo malo? Pues, simplemente cuando pasa algo desagradable hay que salir adelante y superarlo como un obstáculo insignificante que está ahí para jodernos los cinco, diez, veinte o treinta minutos de un día que dura veinticuatro horas. ¿Y saben por qué nos enojamos? Por la simple rutina.

Por ello, si la rompemos y hacemos cosas nuevas que nos satisfagan también, daremos un pasito más hacia esa ansiada felicidad, la cual muchos no quieren que alcancemos.
Comprobarán que cuando vuelvan a probar lo que antes era la rutina, ahora será como otra experiencia distinta y a la vez gratificante.

Como siempre, muchísimas gracias, por dedicar vuestro tiempo a leer tan humilde comentario.

martes, 18 de enero de 2011

Mi primera vez.

Me gustaría dar el pistoletazo de salida a mi blog, con una entrada, sobre uno de los programas más entrañables que he conocido a lo largo de mi existencia.

Verán: Este verano ha estado movidito con Paco González y Anido en la SER. Se marchó y me entristecí muchísimo, más de lo que os podéis llegar a imaginar. Llegué a pensar que el Carrusel nunca volvería ser el mismo. Me equivoqué. En la dirección, a Paco González, le siguieron, creo recordar, Joseba Larrañaga y Jesús Gallego, que lo hicieron, tras tragarse el marrón, fantásticamente, (sin quitar mérito a Paco Gónzalez), que sigue siendo (aunque esté en la COPE, y no lo escuche), mi gran ídolo. Terminó la liga y con ella llegó el Mundial 2010. Paco González fichó por Tele 5 y me encataba escucharlo en ésta cadena. Pero acabó el Mundial y me pregunté "¿Será posible que Paco Gonzalez, vuelva a la Cadena SER?". Pues no. Y no es que no volviera, sino que se fueron todos sus compañeros de la cadena del grupo PRISA y amigos, detrás de él: Pepe Domingo Castaño, Joseba Larrañaga, Manolo Oliveros, Juan Antonio Alcalá, Tomás Guasch, Poli Rincón, Jose Francisco Pérez Sánchez, Armenteros y un largo etcétera de amigos más que compañeros de sus cercanías en el Carrusel.
El mundo se me vino encima. No me lo podía creer. Mis ídolos en la "otra cadena", la de la competencia. Que no Radio Nacional de España, no, la ¡Cope! (sin quitarle el mérito a ésta cadena, pero en ese momento, en el horario deportivo, no era de las más escuchadas). Quizá fuese una venganza o simplemente por dinero, pero se marcharon a la "enemiga" por llamarlo de alguna manera.
Escuchaba los seleccionados para el nuevo Carrusel: Javi Hoyos (director), Juanma Ortega (animando, dando la publicidad...), Antonio Romero, Laura Martínez y... ¿¡MANOLO LAMA!?. "Pues no está mal" pensé. Pero claro, Paco y Pepe Domingo eran leyendas, son de 10.
Llegó la supercopa de Europa, y comenzaban "Carrusel" y  "Tiempo de Juego". ¿Qué iba a escuchar? ¿La SER o la COPE? Me decanté por "sorpresa" por Radio Marca. Pero no lo pude soportar (no me acostumbraba a Edu García, al que escucho mucho también aunque no lo parezca, pero quería escuchar el "carrusel") y decidí poner la SER. Me gustó. No era tan nuevo como pensaba. Había caras nuevas, como Carlos Martínez, Robinson o Daimiel, entre otros. Y me gustó. Totalmente. Me encantó. Desde Javi hasta Juanma, desde Manolo hasta Romero, desde Maldini hasta Daimiel desde Ponseti hasta Laurita.
Son geniales, no hay calificativos para ellos.
Ahora se va Manolo, lo entiendo. Quiere estar con sus amigos, con los de siempre, con los del espectáculo... Les estimo. Desde aquí darle mucha suerte a Manolo o a "Míster X" y decidle un esperado (y tan ansiado) "Hasta LUEGO" y no "Hasta SIEMPRE".
¿Pero saben de lo que me he dado cuenta?. Que la cadena está por encima de sus locutores o como diría Relaño, "la cesta es más importante, que lo que hay en su interior".
Me alegro por la COPE, que ha formado un auténtico E-Q-U-I-P-A-Z-O.
Me alegro por la SER, porque siguen siendo geniales.
Me alegro por Radio Marca, porque siguen ahí y dan partidos que nadie da.
Me alegro por RNE, Onda Cero, Punto Radio, etc, porque si su competencia, ninguna cadena lucharía por mejorar día a día.
Un abrazo muy fuerte, y gracias por dedicar vuestro tiempo a leer mi humilde entrada. De verdad, muchas gracias